Por primera vez en la historia de Chile, la ciudadanía podrá escoger a la máxima autoridad regional. Una vez que ellos asuman el 14 de julio, la figura del intendente desaparecerá.
Los gobernadores regionales asumirán las tareas de administración y planificación del territorio; la generación de políticas públicas para impulsar el desarrollo económico, social y cultural de la región, además de aquellas funciones relacionadas con la inversión regional.
Las tareas de seguridad, asociadas a velar por la tranquilidad, el orden público y el resguardo de las personas, que actualmente están radicadas en el intendente, recaerán en la figura del delegado presidencial regional. Este también será el encargado de aplicar el auxilio de la fuerza pública, además de adoptar medidas para enfrentar y mitigar los efectos de las catástrofes.
Para resultar electos, los gobernadores regionales deberán obtener, en primera vuelta, al menos el 40% de los votos. De lo contrario, las dos primeras mayorías, pasarán a segunda vuelta el próximo 13 de junio.